Hemos pasado un fin de semana en el hotel y ha sido una muy buena experiencia. Si vuelvo a Santiago de Compostela, iré al mismo hotel. La ubicación es buenísima,al lado de la catedral,la habitación muy bonita y acogedora,el personal muy amable y atento,el desayuno muy bueno. En resumen,todo maravilloso.

Un capricho de hotel en el centro histórico de Santiago. Excelente atención y muy representativas habitaciones en espacios cuidados al detalle. Sin duda regresaremos.

La ubicación es perfecta. Junto a la catedral, cerca de la parada donde te deja el bus del aeropuerto. Muchos bares cerca. El desayuno me gustó mucho ya que el zumo de naranja es natural, no como en otros sitios que te lo ponen de bote y dicen que es recién exprimido. La habitación acogedora y limpia. Y el trato excelente por parte de todos y cada uno de los que trabajan allí. Recomendadisimo. Volvería sin duda.